EDUCACIÓN DE ADULTOS EN EL TIEMBLO

Se cumplen 46 años de las clases nocturnas que se dieron  en el “Colegio Nacional Mixto” (Las Escuelas) de El Tiemblo.

El motivo fue la necesidad de las personas mayores de actualizarse y ampliar conocimientos y, además, a ser posible, la obtención del Graduado Escolar.

A la dirección del Centro y al profesorado les pareció que la idea era interesante y beneficiosa para los posibles alumnos.

Se solicitó a la Inspección de Enseñanza Primaria de Ávila un aula de adultos y nos  concedieron dos, poniéndose en funcionamiento las clases con el comienzo del curso 1976-77.

Fueron años de cambios, de esperanzas, de anhelos, de ampliar horizontes y conocimientos.  Tiempos de sentir que podríamos mejorar el mundo y contribuir a cambiarlo y buscar alas para volar más lejos.

Para poder llevar a cabo este reto, la Delegación Provincial de Educación arbitró los correspondientes procedimientos administrativos, habilitando los medios legales para que, de forma voluntaria, pudiesen impartir las disciplinas profesores del Centro.

Las materias que se impartieron, de dos horas de duración cada una, de lunes a viernes y de siete a nueve de la tarde, fueron: Matemáticas, Sociales, Lenguaje, Francés y Ciencias Naturales.

El profesorado habilitado fue: Víctor Justo Gómez de Castro, Modesto Ricardo García García, Carlos Emilio Reviejo Hernández, María del Pilar Jiménez Álvarez y Antonio Estrella Grande.

Recordamos  el nombre  de algunos alumnos y alumnas que pasaron por el Aula de Adultos de Las Escuelas: Remigio Martín-Delgado, Enrique Monge, Angelita Sánchez, Esteban Amador, Pilar Paz, Jesús Gil, Angelines García, Juan Reviejo, Carmen Fernández, Benita García, Alejandro Cisneros, José Luis Díaz, Manuel Varas, Blanca Nieves González, María del Carmen Blázquez, Miguel Ángel García,  Empleados de Telefónica de San Martín, etc.

Hemos de reconocer que muy pronto se estableció una excelente colaboración de camaradería dentro del aula a pesar de las distintas circunstancias que había llevado a los alumnos allí para conseguir no solo un título que les permitiera, tal vez, un puesto de trabajo o mejorar dentro de la empresa, sino también sentirse partícipes de una sociedad que intentaba cambiar y buscar un espacio vital más libre y mejor informado.

Se recuerda con cariño, tanto por parte de alumnos como de profesores, el empeño y la voluntad  para que el desarrollo de las clases discurriera con el máximo aprovechamiento.

A este deseo de superación respondieron numerosos alumnos de El Tiemblo,  Las Cruceras, El Burguillo, San Martín de Valdeiglesias…

Antonio Estrella y Carlos Reviejo